lunes, 25 de febrero de 2008

La carga de la prueba

Es básico en un estado de derecho el que todos seamos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.

Parece que al PP se le olvida demasiado a menudo, pero es algo tan importante que si no fuera así todos podríamos estar en la cárcel por denuncias anónimas y/o malintencionadas.

Que el vecino aparca donde no debe, zas, le denuncio por homicidio del Almirante Carrero Blanco y la ha cagado. Como tenga que demostrar dónde estaba aquel día de diciembre de 1973, lo lleva crudo.

Sólo en las películas americanas les preguntan eso de “dónde estaba Vd. la madrugada del martes de hace seis meses y medio” y el interfecto responde sin dudar sobre dónde, con quien, y qué ropa llevaba. Parece que todos tienen memoria fotográfica. Lo que es a mí, como me pregunten lo que hice hace tres noches…

Pero claro, son películas, en los sistemas democráticos no hay “que demostrar la inocencia” si no todo lo contrario, la culpabilidad.

Esta perversión de la norma ya la practicó Aznar con los Iraquíes, que no pudieron demostrar su inocencia y les borraron del mapa. ¿Dónde están las armas de destrucción masiva?

Pero, ¡magia!, donde dije digo digo Diego, ahora negamos la mayor. Según los PePeros, no nos metieron en la guerra de Irak. Lo de la foto de las Azores fue un fotomontaje con el Photoshop ese. Que se lo pregunten a los familiares de las 192 personas asesinadas el 11-M, o a los cerca de 2000 heridos, a ver qué opinan ellos de si Aznar nos metió en guerra.

Y es que cuando se hace bandera de la distorsión de la verdad, entonces todo vale. Las mentiras repetidas a voces, hasta la saciedad, acaban calando en más de un cerebelo. Y si, además, usamos los mecanismos que nos da el poder, ya ni te cuento.

Y da lo mismo lo que diga la Justicia, me la paso por el forro de los cojones. Y si no que me expliquen que ha pasado con el Severo Ochoa. Hemos pasado de cuatrocientos asesinatos a tener que retirar toda mención a la “mala praxis médica”. Se ha dictado sentencia. Y todavía los PePeros siguen con que no han demostrado su inocencia.

Hubo un tiempo en el que cuando había informes periciales o forenses, se les encargaban a técnicos sin filiación política y los resultados se podían tomar por más o menos creíbles. Ahora, los informes se hacen de encargo, y ponen lo que les han pedido que ponga. Y este es un nuevo argumento para defender que sólo la Justicia dicta sentencia, no Lamela ni Esperancita.

Ah, que se me olvidaba. En los tiempos del Dr. Montes la unidad de Cuidados Paliativos estaba tan saturada que llevaban a muchos enfermos a morir a Urgencias. Ahora no lo hacen y gritan sus cifras de que ahora muere mucha menos gente.

¡No te jode!

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