martes, 25 de marzo de 2008

En el punto medio está la virtud

Cuando ayer “mi costilla” leyó la nueva entrada que había publicado en el blog, sus comentarios fueron claros en que no le había gustado nada. “Parece que para defender que no haya abusos con los hombres justificas la violencia contra las mujeres” (aprox.).

Pues no. No sólo no la defiendo sino que la deploro.

Pero lo que me parece es que se ha perdido el sentido de la mesura. No es que se trate en las noticias el tema de la violencia de género: es que lo han convertido en el monotema de las noticias. Se ha convertido también en el tema número uno del Gobierno, muy mal enfocado además, instaurando e institucionalizando la violencia de género contra los hombres. Y como nadie protesta, lo hago yo.

No hace demasiado en una discusión de sobremesa con un amigo el tema era si la gente debe ir a la cárcel por los delitos de tráfico que se han instaurado.

Él defendía que sí, yo defendía que, tal y como se ha hecho, no. Y eso no significa que yo defienda que la gente vaya subiéndose con el coche por las aceras y matando viejecitas.

De hecho, creo que el código penal debe recoger los delitos de tráfico, para que cuando una persona bebida atropelle a alguien, vaya a la cárcel (y eso siempre que el peatón no se haya abalanzado sobre su coche).

Aunque no sé de leyes, no recuerdo otro caso en el que vayas a la cárcel por el peligro potencial en el que has puesto a alguien, sino por el mal que le hayas producido. ¿O es que, por ejemplo, a los empresarios que no cumplan con las normas de seguridad se les encarcela? En tal caso se les sanciona, incluso se les llega a cerrar la empresa, pero si no hay un trabajador muerto ni se plantea encarcelar a nadie. (Y de hecho, creo que sólo ha habido una sentencia que enchironase a un empresario habiendo un muerto.)

La justicia debe imponer penas proporcionadas, y se les está yendo la pinza. Si alguien se pone en una autopista de La Mancha a 200 por hora, sin tráfico y sin matar a nadie, no es para ir a la cárcel. Y no es lo mismo ir a 120 por las callejuelas de Toledo que por la parte Norte de la Castellana. Y no hay derecho a que a los menores matar a alguien les salga gratis.
Falta sentido de la medida.

lunes, 24 de marzo de 2008

130.000 inocentes

Desde que se instauró la ley esta de “maltrato doméstico” se han producido 130.000 denuncias falsas contra los hombres. Esto, que es un delito, no es perseguido por la justicia aduciendo “falta de medios”.

También tengo entendido que a 45.000 hombres pasaron a disposición judicial por este motivo (bueno, lo de los 45.000 hombres parece que es una cifra parcial, ya que faltaría contabilizar a Cataluña y País Vasco, hasta un total de unos 70.000)

A estos hombres sí que se les puede perseguir, aunque su delito sea un injustificable bofetón, pero a 130.000 mujeres que cometen perjurio y llevan a la cárcel a sus parejas, no.

Llevar a 130.000 hombres a la cárcel sin pruebas, sólo por que se ha producido una denuncia, ¿cumple con las leyes internacionales sobre derechos humanos? No.

¿Es persecución por razón de sexo? Sin duda alguna. No olvidemos que la ley no se escribió utilizando términos que sean aplicables independientemente del género del (/a) agresor (/a) y de la victima. No se ha escrito esta ley diciendo cosas como “manifiesta superioridad física” ni “evidente mayor fortaleza”, si no si eres Hombre o Mujer. Si tienes pito o rajita. Así, una mujer mujerona que apalee diariamente a su esmirriado marido no tiene nada que temer de esta Ley. ¿Es justo?

No entiendo como no hay un clamor popular contra estas medidas. Sólo en el Franquismo más duro se podía ir a comisaría a denunciar a “tu señora” y que fuera a parar entre rejas porque “había sido una mala pécora”. Creía que estas cosas ya no podrían pasar en España.

Durante esta pasada legislatura han convertido el maltrato doméstico en el mayor problema de España. No el paro, ni la ETA, ni la crisis económica, ni el fracaso escolar, ni el maltrato infantil, …

Y lo más curioso es que han conseguido hablar de ello todo este tiempo sin hacer ni el más mínimo análisis del tema. ¿Alguno de vosotros ha visto alguna estadística sobre maltrato doméstico desglosada, por ejemplo, por comunidades autónomas, por nivel socioeconómico, por edades, o por cualquier otro parámetro? ¿Cómo es posible que no se analice NUNCA esta información?

Hace algún tiempo me enteré de que el 80% de los hombres que acuden a los comedores de Cáritas son divorciados a los que la separación de su mujer les ha dejado en la más absoluta miseria. Ante esta situación ¿Os extraña que odien a sus mujeres tanto como para agredirlas?

Quizá sea ya el momento de empezar a cabrearnos también con esta injusticia. No solo con las que van contra las mujeres, si no también las que van contra los hombres. Que somos la mitad de la población, coño.