miércoles, 8 de agosto de 2007

Protección anticopia


Anteayer he comprado un DVD de Neil Young. Es un monstruo. Me encanta. Bueno, mejor dicho, me encantaría. Si, me encantaría poder ver el DVD que he comprado. Pero es que resulta que está protegido para que no se pueda copiar, y para eso se saltan todos los estándares de los DVD’s, y mi reproductor dice que naranjas de la china, que a él no le han enseñado a leer eso.

Ahora tengo que acercarme a la FNAC, donde lo compré y a ver si me devuelven el dinero. Que yo sepa, no suelen hacerlo. Cualquier producto multimedia te lo cambian por otro igual siempre que esté defectuoso. Y claro, si lo han editado así, me van a dar otro igual. Que hago, ¿más viajes a protestar? Aparte del tiempo y el dinero del desplazamiento, estas movidas me ponen de tal mala leche que estoy una semana mascando la adrenalina que segrego.

Creo que lo más sensato es que piratee mi propio disco, que para eso tengo derecho a copia privada y pago el canon de la SGAE, y luego ya veré si regalo el original a algún amigo al que sí que le funcione. O a varios, eso sí, copiado.

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