viernes, 18 de mayo de 2007

Parquímetros

Me sonroja cuando nos dicen que se han bajado los impuestos en Madrid.

Hasta hace poco tiempo había unos cuantos cientos de miles de madrileños que tenían derecho a aparcar su coche en su calle. Ahora les han quitado ese derecho, y, si quieren estar como antes, les cobran.

Bueno, a todos no. A los que aparcan en la calle. Si tienes el dinero suficiente para tener un garaje, entonces no te hace falta. A eso se le llama reparto de la riqueza y progresividad fiscal.

Y eso lo ha hecho Gallardón en barrios de trabajadores, en los que nadie va a aparcar si no viven allí, porque no hay ni oficinas ni más comercio que las tiendas de barrio. Y además niega que haya sido por afanes recaudatorios. Señor Gallardón, pues entonces es usted muy tonto. Si no tenía intereses pecuniarios, no tenía más que dar la pegatina gratis a los residentes, y así se hubiera ahorrado las batallas campales de hace un año.

Ah, perdón, que lo privatizó y se lo dio a un señor del PP, que es el que sí que tiene que sacar dinero para el partido. Bueno, entonces algún interesecillo sí que había, porque si no, ¿como se lo iba a dar a quien no tenía ninguna experiencia, más que la de un certificado falso?

Una de las misiones de los políticos es la optimización en el uso de los recursos disponibles. Pues bien, yo no puedo aparcar en la zona en la que trabajo, tengo que aparcar lejos y caminar un cuarto de hora, pero sin embargo hay centenares de plazas libres por las calles por las que paso.

Pero eso sí, como he dicho al principio, nos bajan los impuestos.

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